Impotencia.
La disfunción eréctil o impotencia es una incapacidad total para tener una erección, una inconsistencia para hacer y también una tendencia a tener y mantener erecciones por un corto período de tiempo durante las relaciones sexuales. Estas variaciones hacen difícil establecer una definición de la disfunción eréctil y documentar su frecuencia.
Los estudios de investigación reportan una frecuencia de disfunción eréctil que va desde 15 a 30 millones dependiendo de la definición que se utilice.
Antes de considerar las causas relacionadas a la impotencia, es importante mencionar que la erección masculina requiere varios componentes:
- deseo sexual y apetito sexual (libido).
- integridad del sistema nervioso.
- presencia de hormonas reproductivas: una parte importante de la función sexual masculina, en particular la testosterona.
- integridad del sistema periférico vascular: el pene contiene un enorme sistema vascular que es necesario para tener y mantener una erección.
Si consideramos que la función sexual masculina requiere todos estos componentes para funcionar adecuadamente, es fácil llegar a ciertas conclusiones acerca de las causas más comunes de la impotencia.
Factores psicológicos:
Se calcula que más de la mitad de los casos de impotencia o disfunción eréctil se deben a causas psicológicas. Dentro de las causas psicológicas se encuentran: el estrés, la depresión y la pérdida de libido.
Factores neurológicos:
Estos factores son menos comunes que los factores psicológicos pero también son una causa importante de impotencia.
Algunos ejemplos de factores neurológicos son:
Diabetes mellitus, problemas de espina dorsal y columna.
Factores vasculares:
Los aspectos circulatorios son causas comunes de impotencia. Los ejemplos más comunes son un flujo inadecuado de sangre, la diabetes mellitus, la elevación del colesterol y lípidos en la sangre, elevación de la presión arterial y aterosclerosis.
Medicamentos:
Muchos medicamentos interfieren con la función nerviosa y vascular del sistema reproductivo masculino. Los ejemplos más comunes de estos medicamentos son los que se utilizan para tratar la depresión y la enfermedad del corazón.
Factores hormonales:
La pérdida de testosterona se asocia con la impotencia y la ausencia de características sexuales secundarias (cambios de la voz y de la distribución del vello del cuerpo).
Tratamiento
Existen varios tratamientos para la impotencia. Muchos médicos sugieren que los tratamientos deben de ir de menos a más. Primeramente, se sugiere que se deje de tomar cualquier medicamento que pueda producir efectos colaterales.
Las psicoterapia en ciertos pacientes es lo que sigue si está indicado y después drogas orales o inyectadas localmente, aparatos al vacío o implantes quirúrgicos. En casos poco comunes se puede considerar la cirugía que involucra las venas y las arterias.
Si usted piensa que tiene disfunción eréctil o impotencia, platique con su médico o profesional de la salud.
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