lunes, 25 de junio de 2012











PRIMEROS AUXILIOS PARA LESIONES DEL OJO


Un tratamiento correcto en una lesión  del ojo inmediatamente después de un accidente puede prevenir la pérdida de la vista.




Partículas en los ojos:
No frote su ojo. Levante el párpado superior sobre el párpado                                  inferior permitiendo a las pestañas inferiores restregar las partículas fuera de la parte      interna del párpado superior. 

Parpadee verias veces y deje que el ojo mueva la partícula fuera. Si la partícula permanece dentro del ojo, manténgalo cerrado y busque ayuda médica.



















Cortadas de ojo y párpado:
Busque ayuda médica inmediatamente. No intente lavar el ojo ni remover algún objeto incrustado en él. 

Nunca aplique presión al ojo lesionado o al párpado. tenga cuidado de no frotar el ojo.





















Golpe en el ojo:
Aplica inmediatamente  una compresa de hielo para reducir el dolor y la inflamación. 


Un ojo negro y visión borrosa pueden ser signos de algún daño interno en el ojo. Vea a su oftalmólogo inmediatamente.


















Quemaduras por químicos:
Moje el ojo con agua inmediatamente, usando sus dedos para mantener el ojo tan abierto como sea posible. 

Mantenga su cabeza debajo de un grifo o de una ducha, o echar agua suavemente en el ojo desde un recipiente por lo menos durante 15 minutos. 

Mueva el globo del ojo las veces que pueda para lavarlo. No usar lavaojos ni vendar el ojo.




















PREVENIR UN INFARTO
¿Como identificar los síntomas? El infarto, también conocido como ataque cardíaco, es una de las manifestaciones más usuales y riesgosas de las enfermedades coronarias y cardiopaía,  que se produce a causa de un proceso prolongado en el que las placas de grasa obstruyen las arterias y reducen el flujo sanguíneo que llaga al corazón.

El bloqueo se produce por el depósito de lípidos (grasas), sobre todo de colesterol, debajo del tejido que reviste el interior de las arterias (endotelio). La reducción del flujo sanguíneo provoca la formación de coágulos o trombosis coronarias que pueden causar el bloqueo definitivo y con ello la muerte de la zona del músculo cardíaco que era nutrido poe ese vaso.






La dimensión del daño depende del tiempo que transcurre en el momento que el corazón deja de recibir oxigeno. Por esta razón recomendamos darle importancia a los siguientes síntomas:


  1. Sensación de pesadez, incomodidad, opresión al centro del corazón en un lapso menor de 3 minutos.
  2. Dolor desde el pecho hasta los hombros, el cuello, brazos y espalda.
  3. Sensación de mareos, desmayos y desvanecimiento.
  4. Palpitaciones, respiración entrecortada y falta de aire.




Ante la aparición de estos síntomas acuda inmediatamente al médico.
  


Un infarto de miocardio es la sensación de angustia mortal que se siente cuando el músculo cardiaco se queda sin oxígeno. El riesgo de padecer un infarto depende de factores que influyen en la formación de placas de grasa en el interior de las paredes de las arterias coronarias, de la formación de coágulos que pueden llegar a taponar esas arterias, y de la resistencia del propio músculo cardiaco. Se calcula que, antes de cumplir los 60 años, uno de cada cinco hombres y una de cada diecisiete mujeres sufrirá una enfermedad del corazón. Controlar los factores de riesgo que se detallan a continuación puede reducir significativamente las probabilidades.



Factores de Riesgo Tradicionales para el Desarrollo de Enfermedad Coronaria.


1. Edad avanzada
2. Presión alta (>140/90)
3. Diabetes
4. Historial familiar de enfermedades cardiovasculares
5. El uso del cigarrillo
6. Nivel bajo de colesterol bueno (HDL) nivel alto de colesterol malo (LDL)
7. Estilo de vida sedentario / falta de ejercicio
8. Dieta compuesta por un alto contenido de grasas saturadas














Cómo se puede evitar un infarto


Hacer ejercicio: 

• de 30 a 45 minutos diarios refuerza las arterias y el corazón, y disminuye la presión arterial, las grasas y el colesterol.





Mantener la línea: 

• la obesidad y el sobrepeso se asocian con la mayoría de los factores implicados en la aparición de los problemas cardiovasculares.




Éntrale a la dieta mediterránea

Esta dieta protege tu corazón gracias a los nutrientes que aporta.
 

• Vitaminas y minerales de frutas y verduras (cinco raciones al día), legumbres y cereales, mejor integrales.
• Proteínas animales, mejor del pescado (sobre todo azul), carne magra y aves de corral sin piel ni grasa.
• Y una copa de buen vino tinto al día o una cerveza de vez en cuando.
 


Si a la aspirina:

• Es el fármaco preventivo del infarto por excelencia, al evitar la formación de coágulos. 
• La dosis recomendada es de 100 mg. al día. Pero debe tomarse bajo control médico, porque puede ser peligrosa para el estómago, hígado...
 




Esto es lo que debes controlar:

• Parámetro (max.) de colesterol (200 mg.). Y si te pasas... Se acumula en las paredes de las arterias y las tapona o estrecha.
• Parámetro (max.) de tensión (14-9 mm./hg.). Y si te pasas... La tensión alta aumenta la presión sobre las paredes vasculares.
• Parámetro (max.) de la glucosa (110 mg.). Y si te pasas... 


Dos de cada tres diabéticos mueren por un accidente cardiovascular.  



Controla o deja:

• El tabaco: eleva la presión arterial, reduce la resistencia al ejercicio y aumenta la tendencia a la formación de coágulos. 


Dejar de fumar reduce a la mitad el riesgo de infarto.  
• El estrés: se relaciona con la rotura de las placas y la formación del trombo. 


Además, actúa como desencadenante de algunas complicaciones.









INTOXICACIÓN DE UN NIÑO.


Los niños a cualquier edad son traviesos y curiosos. 

Esto puede llevarlos a que por equivocación ingieran algo que les provoque una intoxicación. 

Las intoxicaciones constituyen uno de los principales accidentes en la infancia.



DEBE ASEGURARSE DE:




  1. Guardar los medicamentos bajo llave, en su envase original, y fuera del alcance de los niños. 
  2. No debe decirles nunca que el medicamento es una golosina para conseguir que se lo tomen.
  3. Los productos de limpieza, insecticidas, plaguicidas u otros productos tóxicos como:


  • Pegamentos.
  • Cosmeticos.
  • Colonias.
  • Etc.



Guárdelos en armarios altos, bajo llave, y en su envase original. 

En caso utilice enveses que puedan resultar familiares o atractivos para el niño.



  1. Las bebidas alcohólicas manténgalas fuera fuera de la vista de los pequeños. 
  2. No debe consumirlas en su presencia.

De esta forma evitará que el niño pueda intoxicarse por beber una sustancia inadecuada.

Si su hijo presentara algún síntoma de intoxicación como:
  • Vómito.
  • Diarrea.
  • U otro.

Lo que debe hacer es llamar inmediatamente a un médico o visitarle.





“Todo se lo lleva a la boca” suele ser el comentario de muchos padres y madres al hablar de la psicomotricidad de sus niños


Esos ‘cien ojos’ con los que solemos estar pendientes de nuestros pequeños ante estas situaciones pueden fallarnos en alguna ocasión. 


Por ello, debemos saber cómo identificar una intoxicación, sus signos y síntomas, y qué hacer ante tal circunstancia







¿Qué formas tenemos de prevenir la intoxicación?
En el caso de los niños, la principal actuación relativa a las intoxicaciones se basa en laprevención, ya que como decíamos su curiosidad puede llevarles a querer alcanzar diversos objetos o alimentos que entrañan cierto riesgo para su salud y la posibilidad de intoxicación.



Para ello, podemos por ejemplo dificultar el acceso a productos de limpieza y medicamentos. 


Los colores y formas de los envases de dichos productos son muy atractivos para los niños, y esto puede llevar a desagradables confusiones. 


Normalmente, utilizamos un armario que no sea fácil de alcanzar tanto en la cocina, como en el cuarto de baño.



También, podemos colocar el botiquín en lugares de cierta altura, ya que los medicamentos son un elemento de riesgo importante para las intoxicaciones, pues muchas veces vienen empaquetados como las golosinas y tienen formas similares.






Concepto de tóxico y tipos de intoxicaciones
Llamamos tóxico a cualquier sustancia que, una vez introducida en el organismo, es capaz de lesionarlo, ya sea de forma inmediata o a medio o largo plazo. Las intoxicaciones con efectos a largo plazo se denominan crónicas, mientras que las que provocan signos y síntomas de forma inmediata se llaman agudas. Estas últimas son las más frecuentes en pediatría.



Pero también existen otros factores que tienen un papel muy importante en la evolución de la intoxicación, tales como la edad, enfermedades previas y alergias o la combinación del tóxico con otros elementos –si se han ingerido determinadas medicinas antes de la intoxicación o si se ha ingerido más de un tóxico, la intoxicación puede ser más grave–.























Intoxicación alimentaria




Ocurre cuando uno ingiere alimento o agua que contiene bacterias, parásitos, virus o toxinas producidos por estos microorganismos. 

La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria se dan a raíz de bacterias comunes como el estafilococo o la Escherichia coli (E. coli.)




Causas

La intoxicación alimentaria puede afectar a una persona o a un grupo de personas que hayan ingerido todas el mismo alimento contaminado. 

Se presenta más comúnmente después de consumir alimentos en comidas al aire libre, cafeterías de escuelas, grandes reuniones sociales o restaurantes. 




Los microorganismos pueden ingresar al alimento que uno consume (llamado contaminación) de diferentes maneras: 




  • La carne de res o de aves puede entrar en contacto con las bacterias normales de los intestinos de un animal que se está procesando.
  • El agua que se utiliza durante el cultivo o embarque puede contener estiércol o desechos humanos.
  • Inapropiada manipulación o preparación de alimentos en tiendas de abarrotes, restaurantes o casas.




La intoxicación alimentaria con frecuencia ocurre por comer o beber:
  • Cualquier alimento preparado por alguien que no use las técnicas apropiadas de lavado de las manos.
  • Cualquier alimento preparado usando utensilios de cocina, tablas de cortar y otras herramientas que no estén totalmente limpias.
  • Productos lácteos o alimentos que contengan mayonesa (como ensalada de col o de papa) que hayan permanecido fuera del refrigerador por mucho tiempo.
  • Alimentos congelados o refrigerados que no se guarden a la temperatura apropiada o que no se recalienten adecuadamente.
  • Pescados u ostras crudas.
  • Frutas o verduras crudas que no se hayan lavado bien.
  • Jugos de verduras o frutas crudas y productos lácteos (busque la palabra "pasteurizado", lo cual significa que el alimento ha sido tratado para prevenir la contaminación).
  • Carnes o huevos mal cocidos.
  • Agua proveniente de un pozo o arroyo, o agua de una ciudad o pueblo que no haya sido tratada.



La ingesta de productos tóxicos es una causa muy frecuente de visita al hospital en niños menores de seis años. La primera medida a tomar es la prevención. Evitar que los niños tengan fácil acceso a los productos tóxicos puede ahorrarnos un gran disgusto. 


Por eso, quitar de su alcance, en alto o bajo llave, todas las sustancias peligrosas que se encuentren en la casa y mantener siempre los productos en su envase original; cambiarlos puede ocasionar graves confusiones. Es fundamental también tener a mano el teléfono de urgencias toxicológicas (en España 91 562 04 20 las 24hs) para saber cómo actuar lo antes posible en caso de intoxicación.


Las intoxicaciones más comunes, que pueden incluso causar la muerte, se deben a la ingestión de:




  • Medicamentos (analgésicos, antidepresivos, sedantes, etc)
  • Productos de limpieza (lejía, amoníaco, sosa cáustica, desatascadotes, detergentes, lavavajillas, limpia metales, limpia WC, etc)
  • Cosméticos (cremas, alcohol, shampoo, perfumes, etc)
  • Pesticidas e insecticidas
  • Pinturas, solventes e hidrocarburos (aguarrás, keroseno, gasoil, etc)
  • Bebidas alcohólicas
  • Plantas (hay plantas que pueden ser venenosas, informarse antes de comprarlas)





Si el niño hubiese tomado algún medicamento o bebida alcohólica, el síntoma más claro es la somnolencia o el letargo repentino, una conducta extraña, dolor abdominal o directamente nos encontramos el envase del medicamento o la botella abiertos. 


En estos casos debemos provocar el vómito estimulando la faringe para que elimine el medicamento o la bebida, salvo que hubiese disminuido el nivel de conciencia del niño o padeciera una enfermedad neurológica previa.





En el caso de haber ingerido productos que pueden causar quemaduras químicas en el organismo como productos de limpieza, solventes, cianuro, aguarrás, gasoil, etc, los síntomas de intoxicación pueden ser: vómitos (que pueden ser con sangre), babeo continuo, ardor en la boca y en la garganta, fiebre, hinchazón de boca y labios, dolor en garganta y pecho al tragar. ¿Qué hacer? No hay que provocar el vómito e incluso hay que intentar evitarlo para que el producto no vuelva a pasar por la laringe, causando aún más daño. 


Debemos administrarle enseguida un neutralizante casero como agua, leche, clara de huevo o aceite vegetal para diluir el producto y evitar mayor daño, pero en pequeñas cantidades para evitar vómitos.








En ambos casos, luego de la primera atención en casa hay que acudir urgente al médico con el envase o la etiqueta del producto que haya sido ingerido para poder determinar cuál fue el tóxico y así proceder al tratamiento correcto. Si no estamos seguros cuál fue exactamente el medicamento que ha tomado, recoger en una bolsa todos los que haya en la casa y llevárselos al médico. 




Es importante también informar bien al médico sobre la cantidad que ha sido ingerida, el tiempo transcurrido, si ha vomitado o no y los síntomas que se produjeron. Una vez en el hospital o en el centro de salud, el médico determinará el tratamiento a seguir como lavado gástrico, administración de un absorbente o de laxantes.










ESGUINCES Y FRACTURAS.

Tanto el esguince como la fractura se acompañan de gran dolor e inflamación, pero la impotencia funcional (incapacidad para mover la zona afectada) y la deformidad son propias de las lesiones óseas. Hasta que se descarte una fractura, los esguinces graves se deben tratar como lesiones óseas; sólo la radiografía puede confirmar el diagnóstico.







En el esguince el traumatismo es absorbido por una articulación, distendiéndose o rompiéndose las fibras de un ligamento o la cápsula articular la extremidad afectada ni intentar "enderezarla" ni corregir la deformidad. 



Esto, además, puede aumentar la lesión de partes blandas, producida por los extremos óseos fracturados al moverse; este fenómeno cobra especial importancia en el caso de los vasos y los nervios. 



La incorrecta manipulación de un miembro fracturado puede hacer que los picos y biseles de la fractura desgarren arterias, venas o nervios. Sólo se debe inmovilizar el miembro en la posición en que se encuentra, preferiblemente con férulas. Estas se pueden improvisar con tablas o cartón y afianzarlas al miembro con tiras de tela.




Si la cabeza o el tronco de la víctima se encuentra doblados o torsionados en posición antinatural se debe sospechar inmediatamente de una fractura o luxación de la columna vertebral.



De ningún modo se debe intentar corregir la deformidad o mover el tronco. Otros síntomas de lesión vertebral son el dolor agudo en la espalda o el cuello y la parálisis en las extremidades inferiores.








A diario, cuando se corre en la casa, en los juegos, al hacer deportes, al montar bicicleta o cualquier otra actividad física se está expuesto a sufrir accidentes. Generalmente, las personas que están más expuestas a sufrir accidentes son los niños y los ancianos. En los niños por las actividades motrices que realizan con tanta energía y en los ancianos por la fragilidad de los huesos.  Por eso, se deben tomar medidas para evitarlos.





Esguince o torcedura.
Se denomina así a los traumatismos que causan el desgarramiento o estiramiento de los ligamentos que se encuentran en una articulación. Son muy frecuentes los esguinces en los tobillos,  producidos por la torcedura del pie hacia adentro, también los esguinces de la muñeca. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es muy difícil, aún para los médicos, diferenciar un esguince de una fractura; por esta razón, es recomendable siempre tomar una radiografía.









Aunque es bueno siempre tratar el esguince como una fractura para evitar más daños, es recomendable conocer los síntomas más comunes en un esguince, para determinar si lo es o no. 










Aquí se presentan algunos síntomas:
  • Dolor muy intenso en la parte afectada.
  • Inflamación de las partes blandas que rodean la articulación.
  • Aparición de moretones en la parte afectada.








¿Qué hacer en caso de esguince?







  • Tomar una radiografía para verificar mejor la región afectada.
  • Dejar en reposo la parte afectada, colocando el tobillo o la articulación sobre una almohada en posición alta.
  • Para calmar el dolor, colocar bolsas de hielo en la parte afectada.
  • Después de 24 horas alternar bolsas de agua fría con otras de agua caliente.
  • Vendar la parte afectada con una venda elástica.










Luxaciones o dislocaciones.







Una luxación o dislocación es un esguince más grave, ya que además de desgarrar los ligamentos, los huesos de la articulación se desplazan de su sitio normal. Cuando las superficies articuladas, se encuentran separadas por completo, la luxación es completa y cuando están unidas parcialmente, se llaman sub-luxación. Las articulaciones que son más afectadas por luxaciones son: 
los dedos, los codos, las mandíbulas y el hombro. 




Las causas pueden ser por predisposición y por causa eficiente.






  • Por predisposición: se dan con mayor frecuencia en los hombres, en la edad adulta, en los niños es menos probable, debido a la elasticidad de sus huesos.
  • Por causa eficiente: cuando se produce por una caída, al lanzar un objeto con un movimiento brusco. En el caso de la mandíbula, al bostezar o abrir en forma exagerada la boca.




Para identificar una luxación o dislocación, los síntomas se basan en





  • Dolor intenso en la parte afectada.
  • Deformación de la parte afectada por la salida del hueso.


En caso de un accidente, se debe atenderse al accidentado con mucha urgencia, porque a medida que pasa el tiempo, es  más difícil reducir la luxación. 


El enfermo debe ser inmovilizado y trasladarlo al médico de inmediato, con mucho cuidado.  


Como primer auxilio, se  pueden colocar pañitos de agua fría o hielo en la zona afectada.


En caso de extrema emergencia, por ser imposible trasladarlo a un centro de salud, al paciente se le puede aplicar los siguientes auxilios:





Si la luxación es en el hombro:
Acostar al paciente en el suelo. 
Tomar la mano del paciente del brazo lesionado, con ambas manos, colocar el  talón descalzo en la axila del lado afectado y halar hasta  que la luxación haya mejorado.

Cuando la luxación es en el codo:


  • Extender el antebrazo y halar de la mano y la muñeca.




Cuando la luxación es en la mandíbula:









El paciente no podrá cerrar la boca, ya que el mentón se encuentra más saliente. 


Esta luxación se reduce introduciendo los pulgares en la boca, a nivel de los molares inferiores y hacer fuerza hacia abajo para desenganchar y luego, empujarla hacia atrás.








Es muy importante tener en cuenta que la persona que aplique estos primeros auxilios debe tener un conocimiento previo de lo que va a hacer, que este tipo de lesiones son muy delicadas. 


Si no se actúa en forma rápida y correcta, pueden quedar secuelas difíciles de corregir. 


Por eso, lo primero que se debe hacer en estos casos, es tratar por todos los medios posibles de trasladar a la víctima a un centro de salud cercano o llamar a un médico o paramédico para que lo atienda rápidamente.






Fracturas



La fractura es la rotura de un hueso: es completa cuando se rompe todo el espesor del hueso, y es incompleta cuando sólo se rompe una parte del hueso. 






Esta última también suele llamarse fisura y es muy común en los niños, ya que sus huesos tienen gran elasticidad.











Las fracturas son causadas por golpes, caídas y contracciones musculares muy fuertes, aunque también pueden ser causadas por enfermedades en los huesos, como en el caso de la osteoporosis que los debilita por falta de calcio. 












Las fracturas pueden producirse en el mismo lugar golpeado o a cierta distancia del lugar donde se ha recibido el golpe. Las personas de edad avanzada están más propensas a sufrir fracturas por la debilidad de sus huesos.










Clases de fracturas:





Las fracturas pueden ser cerradas o simples y abiertas.











Las fracturas cerradas o simples: 
Son aquellas que se presentan con el hueso fracturado internamente y queda cubierto por la piel. 





Las fracturas cerradas son de tres clases:





Fisura: cuando el hueso solo tiene una grieta.


Fractura cerrada sencilla: 
Cuando el hueso está roto y sus partes desplazadas.



Fractura cerrada complicada: 
cuando el hueso roto afecta algunos nervios o vasos sanguíneos.



Las fracturas abiertas: 
Son aquellas donde el hueso se rompe y queda a la vista porque la piel y los músculos también se rompen.








Al usar vendajes para fijar las férulas, es importante que no queden muy apretados, ya que pueden impedir la circulación de la sangre en el miembro afectado. 



Las fracturas en la clavícula, en los hombros y en el cráneo, son muy delicadas y sólo deben ser atendidas por un médico en un centro asistencial. 



En caso de fractura en la columna, el paciente no puede ser movido del sitio, sólo debe ser atendido por expertos, ya que un mal movimiento puede dejar a la persona paralítica.




Las separaciones de las articulaciones y la ruptura de huesos son lesiones que causan intensos dolores.

Uno de los problemas que pueden presentarse en las articulaciones son los esguinces, que son causados por la separación momentánea de las articulaciones provocando dolor intenso, inflamación y dificultad para mover la parte afectada.
Cuando esto sucede hay que inmovilizar la articulación afectada, elevar el miembro lastimado y mantenerlo en reposo. Un poco de hielo en la parte lastimada ayuda a calmar el dolor, pero lo más importante es acudir al médico para que valore y controle adecuadamente la lesión.
Una luxación es la separación total de las articulaciones y se manifiesta por dolor agudo, deformidad e imposibilidad para mover la parte afectada. 
En estos casos solamente debemos inmovilizar la parte lastimada y acudir de inmediato al médico ya que cualquier jalón o movimiento puede agravar mucho el problema.
Una fractura es la ruptura de algún hueso provocada por accidentes o por osteoporosis principalmente. Cuando esto sucede no se debe tratar de colocar el hueso el su lugar, sino de inmovilizarlo como está y acudir al hospital más cercano para su tratamiento adecuado.
Para saber si un hueso está roto: 
Se presenta hinchazón, dolor muy fuerte y crujido al tocarlo. Las técnicas para colocar y rehabilitar un hueso roto han avanzado mucho y la persona lesionada puede estar bien en pocos días, si recibe tratamiento oportunamente.



Puede generarse como consecuencia del sobrepeso o al ejercer demasiada fuerza sobre ellos. 



Por eso ciertos deportistas tienen cierta tendencia a lastimárselos de manera frecuente. 


Para evitar que el tobillo se mueva luego de un primer  es recomendable la utilización de vendas y tobilleras















El primer síntoma de la fractura de tobillo es un fuerte dolor. 













Esto va acompañado de una hinchazón instantánea, de moretones, dolor en el hueso y una imposibilidad de apoyar el pie correctamente. 










Estos síntomas son similares a los de un esguince o luxación de tobillo. 
Por tal razón debe asistirse a un  para detectar si hay o no rotura del hueso. 

























Ahora vamos a un aspecto fundamental: 














La recuperación


El tiempo que necesitamos para recuperarnos va a depender del estado de los ligamentos y de los tipos de huesos que se hayan visto perjudicados en la fractura. 






En la mayor parte de los casos se coloca un yeso hasta la altura de la rodilla. 































La recuperación posterior se producirá poco a poco. 

Se deben realizar ejercicios para fortalecer la zona dañada y realizar sesiones de fisioterapia







Este proceso de rehabilitación puede durar unas 8 semanas aproximadamente. 


Para volver a las actividades deportivas nuevamente podemos tardar un par de meses. 

Tengamos en cuenta que es importante cumplir el tratamiento correctamente

De lo contrario en el futuro tendremos más tendencias a lesionarnos nuevamente. 












































































































































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